miércoles, 6 de marzo de 2013
#~
He intentado encontrarle un sentido a las cosas. A cómo era yo y a cómo
soy ahora, siempre había pensado que nuestro deber principal en la vida
era para con nosotros mismos, vivir plenamente. Aunque hay otra idea que
también me ha obsesionado siempre, que todo está predestinado, al
acecho. Y que el tiempo se acaba. Tengo la sensación de haberme
abalanzado por la vida presa de una especie de pánico y he visto que
poco ha merecido la pena, a parte de nuestra amistad, mi amistad contigo
y conmigo. Un día me desperté y descubrí que había perdido a las dos
personas que más me importaban y entonces fue cuando me di cuenta de que
no podemos vivir solos, al margen del mundo, y que resignarnos a lo que
nos depara el destino sin luchar es una rendición. Tenías razón cuando
me dijiste que hubo un tiempo en que me importaba lo que pensaras de mí,
pero te equivocaste al pensar que había dejado de importarme.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario